Un joven en dificultades
El Hermano Anselme tenía 21 años. Después del noviciado, había sido destinado a la escuela de Blesle, una pequeña población de Auvernia de poco más de 1000 almas. Era el profesor titular de la clase de los niños de 10 y 11 años y, además, el encargado del cultivo de la pequeña huerta que estaba detrás de la escuela. Esta ocupación no era nueva para él. Desde muy pequeño estaba acostumbrado a acompañar a su padre al campo para ayudarle en las tareas de labranza. Por eso conocía el tempero para sembrar el trigo, la mejor época para la poda de los olivos, la técnica para despuntar las vides, cómo escardar los pimientos y el ciclo de la luna para sembrar los ajos y que no aparecieran fuera de la tierra al día siguiente. […]