Nos llegan las imágenes de la toma de hábito de nuestros Hermanos de Senegal. Es altamente reconfortante ver cómo la esperanza se hace carne en algunas provincias del Instituto.
La crisis de vocaciones religiosas que está viviendo la Iglesia en España y en Europa se parece muy mucho a una pandemia global y mortal. Todas las congregaciones están infectadas, llamadas irremisiblemente a la insignificancia social y después a la muerte.
Algunos especialistas de los hechos religiosos dicen que Dios ya no llama porque el tiempo de la Iglesia es otro y la vida religiosa, al igual que el sacerdocio, han dejado de ser signos valiosos en el mundo de hoy.
Otros dicen que Dios sigue llamando, pero que el hombre y la mujer hiperconectados se han desconectado de Dios. La religiosidad se ha ahogado en el piélago del materialismo.
A todo esto hay que añadir que se han perdido los mediadores: personas que por el ejemplo de su vida o por invitación explícita animan a otros, especialmente a los jóvenes, a unirse a carismas que siguen teniendo vigencia en el corazón de la Iglesia.
¿Tú crees que es posible que los Hermanos del Sagrado Corazón vuelvan a tener vocaciones en España?