Recientemente se ha presentado la nueva Guía de Formación del Instituto. Busca la formación integral tanto de Hermanos como de colaboradores para posibilitar el crecimiento del apóstol en todas sus dimensiones. Este necesita, por lo tanto, una formación humana, religiosa, comunitaria, pastoral y profesional en el dominio de la educación. No es adecuado reducir la formación a su dimensión profesional. El fin de la formación es, además, el mayor y mejor servicio. Entonces, aunque es verdad que hay que tener los títulos necesarios, no se trata de acumular diplomas y más diplomas.
La formación es una preocupación constante de la Iglesia y de nuestro Instituto, aunque este último no siempre haya alcanzado la meta deseable. Para responder a esta preocupación, el Capítulo General de 2006 encomendó al Consejo General la elaboración de una nueva edición de la Guía de Formación del Instituto. Esta Guía debería proponer nuevos medios para vivir con más profundidad la experiencia de Dios en todas las etapas de la vida, reforzar la práctica del acompañamiento espiritual y orientar la vida de oración.