«Estos religiosos están llamados a ser hermanos de Cristo,
profundamente unidos a Él, primogénito entre muchos hermanos (Rm 8, 29);
hermanos entre sí por el amor mutuo y la cooperación al servicio del bien de la Iglesia;
hermanos de todo hombre por el testimonio de la caridad de Cristo hacia todos,
especialmente hacia los más pequeños, los más necesitados;
hermanos para hacer que reine mayor fraternidad en la Iglesia»
Juan Pablo II, Vita Consecrata 60
Los Hermanos del Sagrado Corazón somos personas que hemos descubierto la centralidad de Cristo en nuestras vidas y por eso nos hemos consagrado a Él. Hacemos voto de castidad porque el amor de Dios llena nuestro corazón y nos llama a un amor universal, como el de Jesús. Hacemos voto de pobreza porque todo lo poseemos en común y vivimos en actitud de desprendimiento; porque Cristo es nuestro único tesoro. Hacemos voto de obediencia para buscar juntos la voluntad de Dios y estar disponibles para los hermanos.
Vivimos en comunidades fraternas, compuestas por personas de diferentes edades y nacionalidades. Juntos dedicamos nuestras vidas a la evangelización de los niños, adolescentes y jóvenes, por medio de la educación: “Cristo nos une a su misión, infunde un amor que hay que propagar”
Formar parte del Instituto hoy es creer en el amor de Dios, vivir de él y difundirlo: es, en cuanto religiosos educadores, contribuir a la evangelización, principalmente por la educación de los niños y jóvenes.
Regla de Vida, Art. 13
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Padre ANDRÉS COINDRE
El Instituto de los Hermanos del Sagrado Corazón tiene su origen en el impulso apostólico del Padre Andrés Coindre:
instruir a la juventud abandonada, iniciarla en el conocimiento y en el amor de Dios.
Regla de Vida, Art. 11

Andrés Coindre nació en la ciudad de Lyon, en Francia, en 1787, en el seno de una familia de comerciantes. Sus primeros años de instrucción religiosa los realizó en la clandestinidad, ya que el gobierno había prohibido el culto católico. Ingresó luego en el seminario y fue ordenado a los 25 años.
Como sacerdote se destacó por sus dones de predicador y por su vocación misionera en los pequeños pueblos sin asistencia religiosa. En sus tareas como sacerdote pudo observar la precaria realidad de los niños y jóvenes, tanto en la ciudad como en el campo, y sintió el llamado concreto de Dios a atenderlos con el mismo amor que el Corazón de Jesús.
Por eso Dios le concedió el don de ser Fundador de comunidades religiosas dedicadas a la evangelización de niños y jóvenes a través de la educación: en 1817 las Hermanas de Jesús-María junto a Santa Claudina Thevenet y en 1821 los Hermanos del Sagrado Corazón.
Falleció en 1826 a los 39 años de edad, tras haber desplegado una asombrosa acción pastoral para una vida tan prontamente interrumpida.
Venerable HERMANO POLICARPO
Siguiendo al fundador, el Hermano Policarpo, el Hermano Xavier y demás antepasados nuestros caminaron por las sendas de la mansedumbre y la humildad.
Hicieron de la caridad el todo de su vida, la inspiración de su actividad apostólica y misionera.
Regla de Vida, Art. 12
Juan Hipólito Gondre nació en la aldea de La Motte, en Francia, en 1801. Vivió su infancia ayudando a su padre en las tareas del campo y estudiando sólo cuando éstas se lo permitían. Aun así logro obtener el título básico de maestro a los 21 años.
A pesar de su satisfacción con el trabajo de Maestro no se sentía plenamente feliz: deseaba entregarse por entero a Dios. Por eso en 1826 ingresó a la comunidad de los Hermanos del Sagrado Corazón fundada en 1821 por el Padre Andrés Coindre en Lyon. Así su vocación de educador se hacía más plena con la consagración religiosa. Tomó el nombre de Hermano Policarpo.
En 1841 fue elegido Superior general, cargo que desempeñó hasta su muerte en 1859. Durante esos años logró salvar al Instituto de una grave crisis y hacerlo crecer y expandirse, incluso fuera de Francia. Por eso se lo nombró “Segundo Fundador” de la comunidad.
En 1984 el Papa Juan Pablo II constató que había vivido “heroicamente” todas las virtudes propias de un cristiano y le declaró “Venerable”, paso previo a la beatificación y canonización.

Nuestra HISTORIA.
Adaptamos nuestra acción educativa a las necesidades de los tiempos y lugares con lucided, prudencia y audacia para responder de la mejor manera posible a las llamadas del espíritu.
Regla de Vida, Art. 150
A comienzos del siglo XIX Francia era un país profundamente herido por la violencia interna de la Revolución Francesa y las guerras externas de las campañas napoleónicas. La Iglesia había sido combatida duramente por su vínculo con la monarquía, y el culto público llegó a estar prohibido. La escasa educación que se brindaba estaba en manos de preceptores privados para las clases altas y de algunas pocas congregaciones religiosas en las ciudades más pudientes.
En este contexto el Padre Andrés Coindre fundó el 30 de septiembre de 1821 en Lyon, la comunidad de Hermanos del Sagrado Corazón para atender a los niños y jóvenes más excluidos de su tiempo. Gracias a su sucesor, el Venerable Hermano Policarpo, la comunidad pudo continuar creciendo y expandirse más allá de Francia, enviando los primeros hermanos a Estados Unidos.
En 1902 se decretó la expulsión de las congregaciones religiosas de Francia, por lo que el Instituto se expandió por diversos países, entre ellos España. 25 años más tarde desde allí vendrían los primeros hermanos misioneros a América Latina (Uruguay 1927 y Argentina 1930).Junto a los misioneros españoles, los hermanos canadienses y estadounidenses también contribuyeron en gran medida a expandir el Instituto por América Latina, África, Asia y Oceanía.