“Como a cualquier otro joven brasileiro, el Señor me llamó para una gran misión. Yo nada sabía y tampoco entendía este llamado. Pero me sorprendió, me encantó, me apasionó y dije sí, aquí estoy, Señor”.
Soy João Francisco Alves Bezerra Maia, tengo 23 años hijo de Dilma Alves Bezerra y João Deon Maia Bastos. Natural de la ciudad de Iguatu-Ceará. Desde temprano sentí el llamado de Dios, delimitar el momento concreto de mi llamado, pero es cierto que desde niño ya veía y sentía ciertas cosas y acontecimientos de manera diferente, desde la escuela, grupo de amigos, catequesis y hasta llegar al grupo juvenil. Alabo y agradezco a Dios por mi vida activa y mi comunidad de origen.
Después de algún tiempo, el Señor me sedujo a navegar por aguas más profundas, siendo acogido e integrado como formando en el Instituto de los Hermanos del Sagrado Corazón (Campanha-MG). Al entrar buscaba en la vida consagrada una mejor manera de servir a la Iglesia de Jesús dentro de un carisma y de una espiritualidad corazonista. No sé cómo agradecer al Dios de la Vida que ha hecho y hace historia conmigo y en mí, y le pido, a este Dios, que pueda florecer donde fui plantado. Soy muy feliz por haber escogido al Instituto y estar viviendo en la actualidad como novicio en el noviciado internacional de la CALE, esperando que llega la hora de mi consagración en este carisma y proseguir mi vida como Hermano del Sagrado Corazón, pues estoy convencido que Aquél que me llamó es fiel.
Ruego e imploro a la Virgen María, mi maestra y educadora, que continúe velando por mi vocación y así, pueda entregarme totalmente a Dios viviendo y gastando mi como lo hizo ella: “He aquí el siervo del Señor, hágase en mí según tu voluntad”.