Nuestra misión de Amatongas ha resultado gravemente dañada por el paso del ciclón Idai por Monzambique y otras regiones del sureste africano. En el entorno de misión, gracias a Dios, no hemos tenido que lamentar perdidas humanas. Las perdidas materiales, sin embrago, han sido muy importantes. Lo más preocupante es que los campos de cultivo, un mes antes de la cosecha, han resultado arrasados. El hambre puede ser una figura en el horizonte próximo.
La Fundación Corazonistas se ha puesto en marcha de forma inmediata para recoger la ayuda que puedan prestar los colegios, las comunidades religiosas, las familias y los particulares que sientan esta llamada a la solidaridad.