Este partido empieza con mi llamado a esta vida, donde Dios me da la libertad de estar en su equipo y participar del equipo ganador. ¿pero dónde empezó todo esto?
Empezó en una semana vocacional del año 2015 donde sentí el llamado a ser feliz en la vida religiosa en la comunidad de Hermanos del Sagrado Corazón.
Con este llamado siempre se me viene a la cabeza el pasaje del seguimiento de Jesús a sus discípulos: Lc 9, 51-52
Cuando se iba cumpliendo el tiempo de ser llevado al cielo, Jesús tomó la decisión de ir a Jerusalén. Y envió mensajeros por delante. De camino, entraron en una aldea de Samaria para prepararle alojamiento. Pero no lo recibieron, porque se dirigía a Jerusalén. Al ver esto, Santiago y Juan, discípulos suyos, le preguntaron: «Señor, ¿quieres que mandemos bajar fuego del cielo que acabe con ellos?». Él se volvió y les regañó. Y se marcharon a otra aldea. Mientras iban de camino, le dijo uno: «Te seguiré adonde vayas». Jesús le respondió: «Las zorras tienen madriguera, y los pájaros nido, pero el Hijo del hombre no tiene donde reclinar la cabeza». A otro le dijo: «Sígueme». Él respondió: «Déjame primero ir a enterrar a mi padre». Le contestó: «Deja que los muertos entierren a sus muertos; tú vete a anunciar el reino de Dios». Otro le dijo: «Te seguiré, Señor. Pero déjame primero despedirme de mi familia». Jesús le contestó: «El que echa mano al arado y sigue mirando atrás no vale para el reino de Dios».
De repente sentí en mi corazón que tenia que conocer a todos los hermanos, viéndolos en su diario vivir, enseñando en las clases y compartiendo con cada una de las personas que están a su alrededor. Luego fui conociéndolos más y más a través de las convivencias, encuentros con más jóvenes que realmente también querían saber de ellos. Finalmente decidí entrar a favor de su equipo donde lo que prima es el amor, el servicio, el respeto, la solidaridad y tantos valores que nunca pensé que tenia esta hermosa comunidad de hermanos.
Pero muy tristemente, así como yo entre con varios jóvenes, se han ido retirando del partido pues me he dado cuenta que son muchos los llamados, pero son pocos los decididos que continúan jugando por causa del mensaje de Jesús.
En mi formación me pongo la camisa del discernimiento y confianza, donde voy descubriendo el camino que Dios me va mostrando en las cosas sencillas como por ejemplo en el gusto por la enseñanza y formación de los niños y jóvenes que en pocas palabras se resume en ser Hermano del Sagrado Corazón. Hay momentos donde siento que el equipo del desanimo, la desesperación, la pereza, la incomprensión y desconfianza me iban ganando el partido por un largo marcador, pero vuelvo a tener fe en Dios y en mis capacidades y trato de que ese equipo no me gane y yo me ponga delante del partido haciendo de mis días ordinarios algo extraordinario.
“Ven y Sígueme” es la hinchada oficial de nuestro equipo, pues cada vez que jugamos, cantan y celebran todos los triunfos y dan animo cuando ocurren las derrotas. Sus líderes, Jesús, acompañado por el Padre André Coindre, el Hermano Xavier y el Hermano Policarpo son la cabeza de esta barra con gritos como “Animo equipo, ustedes pueden” “si creen que ganaran, pues lo lograran” “la sonrisa es la esencia del equipo ganador”.
El partido se juega todos los días, en la cancha llamado centro sociales y colegios. Donde todos los hermanos jugamos por la formación y educación. Hay días donde el quipo contrario “problemas” nos van ganando, pero cuando ponemos nuestra actitud ganadora vencemos fácilmente marcando goles llenos de amor, pasión, acogida, servicio, escucha y confianza.
Actualmente estoy muy feliz de lo que hago pues en mi servicio con mis otros hermanos, estamos jugando por causa del amor en Dios manifestado en el compartir con otras personas, formando niños y jóvenes con sueños e ideales para un futuro lleno de esperanza que a pesar de los problemas que se nos presentan diariamente y no nos dejan seguir jugando, tenemos la mirada fija en ganar con esfuerzo y confianza todos los rivales que se presentan en nuestras vidas.
Hermano Camilo