DÍA MALO EN NOCHE BUENA
Tú que vienes huyendo del odio y de la guerra
te encuentras concertinas por murallas
como José y María que se hallaron
solo duros corazones con espinas.
Durmieron a las afueras de la aldea,
como tú en una fría tienda improvisada
y tuvieron a Jesús a la intemperie,
sin compasión, sin auxilio, sin apoyo, sin nada;
abandonados a su escasa suerte y pidiendo
a gritos silenciados ayuda humanitaria,
acogida al llegar de otros lugares.
¿Qué celebramos estas navidades?
¿Acaso que la historia se repite
y que no vemos a Dios en donde existe?
Ven a mi hogar, mi casa es tuya, tuya,
refúgiate aquí, en las sencillas almas,
el único lugar, tal vez, donde renace
el misterio de un niño y su mensaje.