CARIDAD
Aquellas dos niñas que me encontré en la entrada de la Iglesia de San Niceto ya tenían un hogar para vivir y unas personas encargadas de su educación. Supongo que no habrán imaginado que las iba a dejar solas en aquella cruda noche de invierno. Y ahora no eran solamente dos sino unas cuantas más en el Centro de acogida (Providencia le llamábamos entonces) que he creado junto con la Señorita Thévenet (Santa Claudina Thévenet) y un par de religiosas.
Yo era predicador y en los encuentros qué íbamos organizando se me encargaba de predicar, ni más ni menos, sobre el infierno. Convenía cargar bien las tintas para incitar a la conversión. Pero os he de confesar que a mí lo que me gustaba era hablar a la gente del amor de Dios y de lo que sí estaba convencido era que vivir alejado de su Amor era un verdadero infierno.
Quizás me dirán que eso del infierno es una tontería y que es un invento de los curas para meter miedo en el cuerpo. Pues yo les tengo que decir que el infierno existe y que yo lo vi con mis propios ojos y que para eso no tuve que esperar al día de mi muerte. Un día me invitaron a visitar una de las prisiones de Lyon. Yo siempre había pensado que en las mismas había delincuentes que estaban pagando la justa condena por todos los males que habían infligido a la sociedad. Lo que vi cuando traspasé las puertas de la prisión no se me olvidará jamás. Me esperaba encontrar asesinos, ladrones, violadores…, pero nunca pensé que allí se encontraban, mezclados con los adultos muchos adolescentes e incluso niños. Su crimen: haber “obedecido” a su propia familia que los explotaban y les utilizaban para delinquir, o bien haber robado un pan para poder sobrevivir. ¡Aquellos muchachos no eran delincuentes sino víctimas!, pero no me cabía la menor duda de que pronto lo serían. Aquel día traspasé las puertas de la cárcel y me encontré con el infierno. Desde entonces no cesaba de preguntarme qué podría hacer ante semejante drama.
Y ustedes ¿se han acercado alguna vez a las puertas de los “infiernos” que siguen existiendo cerca de ustedes? ¿Qué hubieran hecho en mi situación?