BUEN PASTOR
“Pastor que con tus silbos amorosos”
(Lope de Vega)
Son cien cabezas el total del rebaño,
mas si se pierde una
el mal pastor se dice:
“quedan noventa y nueve”,
el buen pastor exclama:
“me falta una”.
Y sale presuroso tras sus huellas
para ver si la encuentra,
dejando en el redil
las que ya tiene.
Sabe cuál es,
la llama por su nombre
y tras hallarla,
herida por un sangriento lobo,
se la carga a los hombros,
la cura, la acaricia
y le da su alimento.
El mal pastor
cierra con llave,
encierra a sus ovejas;
el buen pastor
deja la puerta abierta
por si alguna decide abandonarlo.