A propósito del texto “Cambiar la mirada” y 4
Decíamos que “Nuestra reflexión no estaría completa si dejáramos de lado… las relaciones con los grupos de alumnos”…
… Está claro que el profesor (educador/a)… se relaciona… también con grupos de alumnos. ¿Qué mirada podemos lanzar sobre los grupos, las clases…?
- Lo primero es no olvidar que la relación que tenemos con un alumno está lejos de ser la única, y también lejos de ser la más privilegiada… Somos una referencia (positiva o negativa, técnica o afectiva)… Podemos ser una baliza que les ayuda a juzgar otras relaciones. Hay que aceptar a priori que los alumno/as no tienen las mismas ideas que nosotros/as respecto a lo que es el trabajo bien hecho, la puntualidad, el orden, ni tampoco los mismos gustos ni prioridades… Es responsabilidad nuestra ayudarles a encontrar el equilibrio, a elegir según criterios que sean más humanos… Los jóvenes tienen otros maestros en la vida además de los maestros de escuela. Hay que tenerlo en cuenta.
- El grupo de clase es también un mundo de relaciones. Nuestra mirada no puede considerarlo como un bloque homogéneo, como una masa o un rebaño al que nos enfrentamos. En clase nuestra relación… debe llegar a ser una relación viva, evolutiva, distinta de la suma de sus componentes. ¿Cómo conseguir el crecimiento de todo el grupo? ¿Cómo favorecer la tolerancia, la bondad, la ayuda y el enriquecimiento mutuo?
- Tenemos también que lanzar una mirada sobre nuestros compañero/as… para ver si tenemos que cambiar también la mirada sobre los que nos rodean. Sería deseable que, en lugar de vernos como una canica en un saco de canicas, nos viéramos como las piezas de un reloj, que no funcionan más que en relación con los demás. Cambiar la mirada de esta forma también es posible
CONCLUSIÓN:
No seremos nunca educadores perfectos. Vamos a seguir cometiendo errores, vamos a actuar en contra de nuestros propios principios y, alguna que otra vez, vamos a carecer de bondad o de justicia. Es inevitable y no hay que afligiese demasiado, sino servirse de estas experiencias… para progresar. Porque no hay que olvidar que nosotros/as también somos personas en crecimiento permanente. Sabemos que todo funciona en “red”; todo es interdependiente. Progresar en algo es progresar en todo.