Los Hermanos novicios, Caio Geovane (Brasil) y Johan Sebastian (Colombia), junto con los Hermanos Eusebio y Pedro, fueron acogidos oficialmente por la Delegación de Perú, en la tarde noche del 15 de febrero de 2020. El acto fue presidido por el Hno. Felipe, Delegado en Perú, ante la presencia de los hermanos de las diferentes comunidades.
Nuestra Regla de Vida expresa claramente que DIOS ES AMOR. Un amor que experimentamos en nuestra vida como salvación, misericordia, buena noticia… Un amor encarnado en Jesús, revelado en su persona, en sus modos de acercarse a la gente, en su forma de sanar, perdonar, anunciar y vivir el Reino. Y todo esto ¿Por qué y Para qué? El noviciado es la etapa de formación inicial en la que se realiza la experiencia privilegiada y para ello, bueno será permitir que el Señor Jesús nos modele, nos vaya configurando a su modo, nos haga partícipes de su misión, hombres-hermanos que, con Él y como Él, y con la ayuda de los que nos rodean, pasen y pasemos, por el mundo haciendo el bien. Por eso las palabras de Pablo, cuando afirma: “¡Ay de mí si no evangelizare!” (1 Cor 9, 16).
Ojalá, que este gesto, sea para todos nosotros ocasión de seguir ahondando en la experiencia de Dios que late en nuestros corazones y que nos aliente a ser, presencia cercana de su amor para aquellos que, de distintos modos, sufren más la ausencia del amor en sus vidas. Y que María, nuestra Madre y Educadora, nos estimule y anime en la acogida del Proyecto de Dios con disponibilidad y alegría